19 de abril de 2007

EEUU Y LA GUERRA CONTRA EL TERROR

 




Bisher Al Rawi ha hecho llegar a Amnistía Internacional un mensaje de agradecimiento con motivo de su reciente liberación de Guantánamo. Trascribimos la carta en su totalidad.



Domingo 1 de abril de 2007



Estoy encantado de volver a casa en Inglaterra, con mi familia. Después de cuatro años en Guantánamo, mi pesadilla por fin ha terminado.



A pesar de mi felicidad por estar en casa, dejar a mi mejor amigo, Jamil El-Banna, en Guantánamo, hace que mi libertad tenga un sabor amargo. Jamil fue arrestado conmigo en Gambia bajo las mismas acusaciones, y él todavía sigue prisionero. Es padre de cinco niños pequeños, el mayor tiene diez años. Nunca ha visto a su hija más pequeña, quien tiene casi cinco años. Él también debe ser liberado para reunirse con su familia.



También siento una gran tristeza por los otros nueve ciudadanos británicos que permanecen retenidos en Guantánamo. Algunos de ellos están ahora en huelga de hambre protestando por su largo confinamiento en solitario. El extremo aislamiento por el que están pasando es una de las cosas más difíciles de soportar. Lo se demasiado bien.



La desesperanza que se siente en Guantánamo es muy difícil de describir. Te hacen las mismas preguntas una y otra vez. Las acusaciones son falsas, pero sin posibilidad de probar que son erróneas. No hay juicio, ni proceso legal justo. Yo fui acusado de haber participado en entrenamientos terroristas en Bosnia y Afganistán. Nunca he estado en Bosnia y la única vez que visité Afganistán fui agasajado con la hospitalidad de la CIA en una prisión clandestina - la Prisión Negra - a las afueras de Kabul.



Pero hoy, finalmente, estoy de vuelta en casa.




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No podría más que sentir felicidad, junto con mucha vergüenza, cuando leo mi nombre en las transcripciones de los debates y discursos en el Parlamento. Doy las gracias a los Miembros del Parlamento por su interés y preocupación de lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en Guantánamo. Estando en el lado político, pero un poco más lejos de casa, me gustaría agradecer al Parlamento Europeo por manejar las cosas más sensatamente de lo que podría haber sido.



Quiero dar las gracias a los oficiales de la Embajada Británica en Washington, D.C., quienes trabajaron duramente para asegurar mi liberación, así como a los encantadores y acogedores chicos que me trajeron a casa a bordo de un vuelo de lo más lujoso (sin reparar en gastos). Ustedes me hicieron sentir cómodo y bienvenido, y les agradezco por ello.

 
 

Finalmente, me gustaría expresar mi gratitud a los medios. Esta experiencia me ha hecho entender mejor su rol en hacer que la rueda de la vida gire. ¡Por favor, no hagan que me tenga que morder la lengua por lo que acabo de decir!



Les pido por favor que me permitan pasar tiempo con mi familia para terminar con la terrible experiencia que he vivido. Pero, espero que todo el mundo que crea en la justicia y en el estado de derecho se me una para trabajar por la liberación de Jamil y de los otros prisioneros británicos. Ellos han sido encarcelados de manera injusta por más de cuatro años sin cargos o  juicio. Ellos también deberían venir a casa.



Gracias.
      

 
 

Bisher Al Rawi


 

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada más que añadir, saludos.