Todo el mundo conoce la historia del terremoto de Almoradí de 1829 y para el que no la conozca:
El Terremoto de Torrevieja de 1829 fue un violento movimiento sísmico que tuvo lugar en distintas localidades de la provincia de Alicante, España, el 1 de marzo de 1829 y, aunque la ciudad más afectada fue Almoradí, es conocido como terremoto de Torrevieja por ser esta localidad la mayor de las que sufrieron sus efectos.
El periodo comprendido entre 1820 y 1830 fue el de mayor actividad sísmica en el sur de la provincia de Alicante, afectando a las líneas sismotectónicas del Bajo Segura que tienen tres fallas: la de Benejúzar-Benijófar, la de Guardamar del Segura y la de Torrevieja. En general, la costa de Alicante se encuentre hundida unos 10 metros por debajo de la falla de Torrevieja.
Desde el 13 de septiembre de 1828 al 21 de marzo de 1829 se sucedieron una serie de terremotos en la zona calculados en más de doscientos. A las 23,00 horas del 21 de marzo de 1829 se produjo el terremoto, 6,6º en la escala de Richter, con epicentro en las coordenadas 38°5′N 0°41′O / 38.083, -0.683 (núcleos de Benejúzar, Rojales y Torrevieja), que causó 389 muertos, 209 heridos, unas 2.000 viviendas completamente destruídas y otras tantas dañadas, la destrucción de los puentes sobre el río Segura en Almoradí, Benejúzar, Dolores y Guardamar, y que extendió sus efectos más graves, además de a las poblaciones citadas en su epicentro, a Almoradí, Algorfa, Rafal, Torre La Mata, Daya Vieja, Guardamar, Dolores, Redován, San Fulgencio y San Miguel de Salinas. La mitad de los fallecidos lo fueron en Almoradí al ser la población que contaba con calles más estrechas y edificios más altos que se derrumbaron unos sobre otros.
El caso es que hoy ha sido el último susto. Esta mañana sobre las 7 ó las 8 ha habido otro temblor. No sé cuál ha sido su intensidad pero la suficiente como despertarme y eso no es fácil. El caso es que la semana pasada ya hubo unos 8, seis el día de mayor miedo donde el más fuerte fue de3,5 y dos en días posteriores. El caso es que la gente teme que se pueda repetir lo que pasó en 1829 y es que uno piensa, bueno tal vez fue porque pasó entonces, porque las cosas no estaban preparadas para resistir un gran terremoto. El hecho es que 6,6 es lo suficientemente grande como para que muchas de las viviendas de Almoradí se vayan a freir esparragos, como la mía. Además tengo la sensación de que últimamente tengo la negra. Así que no me extrañaría nada que hubiese un terremoto que superara al de hace siglos.
