2 de diciembre de 2010
EN MIS OJOS DE ARQUITECTO
Esta noche he hablado con Bea sobre mi proyecto y me ha vuelto a repetir que necesito repensar el discurso con el que lo explico, ya que se inclina más hacía un tema de ingeniería que de arquitectura, por esta razón intento escribir el discurso o la esencia de mi proyecto, un intento que he hecho a lo largo de estos ya 10 años largos de carrera y siempre ha fracasado, por cobardía mía, por no hacer frente a ese pensamiento que ha aparecido envenando en cada momento que he chocado con un proyecto o algo relacionado con la arquitectura. Envenenando esa intensidad e ilusión que tenía un crío de 19 años que pensaba que la arquitectura era ese juego de formas que todos los ajenos a ella creen.
Hace tiempo que me dí cuenta que no iba a ser un lumbreras de esto, y realmente tampoco lo deseo, pero lo más duro es admitir que ni siquiera disfrutaré en términos absolutos con el buen hacer de los que sí son considerados unos fieras de la materia.
La arquitectura en sí, para mí, es una mierda. Ese intento de crear espacios y texturas a través de las cuales el arquitecto es capaz de hacer sentir a esa persona que levantaba la mano en el Modulor de Le Corbusier algún tipo de sensación, me parece una cualidad, o ganas de tirarse el pelotazo según se vea y la ocasión, que no poseo, o que por lo menos no deseo poseer.
Con el tiempo y los trabajos que he ido haciendo me he desencantado, ya que mis ganas por hacer algo fuera de lo normal no casan con la realidad de un arquitecto como yo, que como mucho opta a ganar un concurso de un apeadero de autobuses en "Los infiernos". La arquitectura suele ser un campo de racionalidad y economía de medios que no deja cabida a lo fantástico, lo no práctico o en muchas ocasiones lo no común.
La profesión, y más ahora, no me depara nada que me pueda gustar. Así que el distanciamiento ahora es insalvable, puede que con el tiempo pueda apreciar ciertas cosas, como eso de que incluso un proyecto de un apeadero en el culo del mundo es una oportunidad.
Por esto mismo, volviendo a mi proyecto, ¿no es cierto que la carrera en sí no consiste sólo en aprender a levantar un montón de ladrillos?, ¿no es cierto que yo soy otro producto de la propia carrera, del propio sistema?, al igual que aquellos que sí levantan ladrillos con mucho gusto, o aquellos que miran con lágrimas en los ojos al Seagram de Mies y Johnson, los que sueñan con la biblioteca de Kahn.
Así que la energía para desarrollar mi proyecto como un arquitecto, yo-arquitecto, viene del mismo lugar donde algunos arquitectos, como Carlo mollino, arquitecto italiano de mediados de siglo XX, visitaban con su mente cuando diseñaban sus coches, mesas, corrían Le-Mans, Instruían esquí, o pilotaban aviones que ellos mismos "proyectaban" y construían.
Sólo cuando me miro en el espejo, puedo ver en mis ojos al señor Mollino volando a toda velocidad, con esas gafas de aviador, con un pensamiento: "Todo es permisible con tal de que sea fantástico".
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10 comentarios:
El señor Mojino???
El señor Mojón???
yo recuerdo un proyecto tuyo que iba a ser una obra de arte asemejandose a un gggraaaannnn mojóooooonnnn..jeje. Fantástico!!!!
No te agobies con las mierdas estas, ponte el traje de engañamojinos, y prepara el proyecto con las cosas que hacen falta, memoria, maquetación bonita, ideología arquitectónica y social..., como si fuese una memoria adaptada al cte, unos cálculos de la estructura de hormigón, el cumplimiento del RITE y listo, a correr.
Ánimo melllóooonnnnn
Es inevitable agobiarse ante lo absurdo Luis.
Muchas gracias por los ánimos.
Que grande mi edificio mierda, nadie lo comprendió.
!que grande soy!
No quería crearte una crisis existencial, tan sólo hacerte ver que la forma de contar las cosas influye mucho en la idea que se hace la gente.
Lo malo de proyectar un edificio mierda era que en las láminas no podía intuirse su olor.
Pues yo creo en ti, tío. Y sacarás esto adelante. Y Bea también. Y haréis una parada de autobús en Los Infiernos. Parada que no utilizará nadie, pero que quedará en la memoria de sus habitantes y se convertirá en lugar de peregrinación para millones de amantes de la arquitectura.
Instálate el Profis Anchor, y el proyecto irá sobre ruedas.
PD: llámame en el puente, mendrugo
Ayoooooooooooo
Todo es una gran gran mierda!!!
(big big shit)
Todo es corriente, todo es normal
Todo eol mundo quiere cosas normales y corrientes en una vida normal y corriente.
Pero de vez en cuando, no se porque, hay cosas que realmente valen la pena, gente que hace cosas extraordinarias, que crean su propio mundo fantastico, y lo consiguen!!!
lo unico es que cuesta mucho conseguir eso porque todo el mundo se pondra de acuerdo para que no hagas nada,jajajajajajj
Todo esto es una conspiracion!! jajajaj
animo con todooooooooo
A TOPEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!
A TOPEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!
Gracias colegas, en la inauguración de la parada os tendré en cuenta cuando rece el discurso.
Y también quiero darle las gracias al señor Anchor, por su dedicación y atención a todos nosotros.
Animo Ayo!!!
manda a la mierda a la escuela y haz lo que tepidan. Son todos una panda de irresponsables comeollas que le hacen sentir a uno el culo del mundo por no hacer cosas increibles. Que les den!!!!
Sabemos hacer proyectos de sobras, y mucho mejor que algunos profesores frustrados, respira hondo y a por ellos!!! y luego... a tu rollo!!
Pedro
Gracias Pedro por los ánimos, de todas formas espero que con Maciá todo mejore y este curso no sea la pesadilla que ha venido siendo con Peña en los últimos tiempos.
Un abrazo.
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