ME SIENTO COMO EL SOLDADO JUNTO A SU CABALLO HERIDO, RODEADO DE LOS CADÁVERES DE SUS COMPAÑEROS, CON UN PUÑADO DE BALAS.
ENFRENTE Y ALREDEDOR, CIENTOS DE JINETES INDIOS SEDIENTOS DE SANGRE CON CUCHILLOS AFILADOS.
QUE HACER?
HACERSE EL MUERTO?
SERÍA RIDÍCULO
DISPARAR HASTA AGOTAR LAS BALAS?
SERÁ LO MEJOR
Y CUANDO QUEDE LA ÚLTIMA BALA?
ENTONCES...
NO ME COGERAN VIVO
PERO...
TODAVÍA QUEDAN UN PUÑADO DE BALAS.
3 comentarios:
Lo malo es que no son indios, son hombres lobo, y sólo le hacen efecto las balas de plata.
Aunque me apuesto algo a que tú guardas una de esas escondida en la manga
andola buscando pues querido frodo. cuestión de tiempo ha de ser.
Si miras para atrás me verás tirando piedras...muerte a los hijos de puta!!!!
P.D: Pa lo que me queda en el convento...
Publicar un comentario